Reacciones psicóticas y mierda de carburador: Prosas reunidas de un crítico legendario (Lester Bangs)
Reacciones psicóticas y mierda de carburador: Prosas reunidas de un crítico legendario (Lester Bangs)
Esta desternillante antología de semblanzas, ensayos, autopsias y reseñas sirve para rescatar el trabajo del crítico de rock más famoso de los Estados Unidos: Lester Bangs.
Textos escogidos por el también periodista musical estadounidense Greil Marcus, de las diferentes publicaciones para las que escribió Bangs (Rolling Stones, Village Voice y Creem). Unas prosas reunidas en las que Marcus “trata de recomponer la imagen de un hombre que crea su propia visión del mundo, llevándola a la praxis, enfrentándose a sus consecuenciasy tratando de sobrevivirse a sí mismo”.
Lester Bangs creía apasionadamente en la fuerza redentora y transformadora de la música rock, reivindicándola como la más vital e innovadora de las artes populares, sin dejar por ello de denunciar sus más absurdos excesos, ni de vilipendiar tampoco a sus ídolos: John Lennon, Lou Reed, John Coltrane, Iggy Pop, The Clash, David Bowie, Kraftwerk…
Lester Bangs forjó en poco tiempo un estilo compulsivamente excéntrico, personal e inconfundiblemente salvaje que dejaría una impronta indeleble en la historiografía roquera.
Cada ensayo es un acrobático alarde de situacionismo prosístico sin rumbo aparente, aunque compartan todos, por su breve extensión, la intensidad desbordante del fulgurante crescendo que precede al desbarre.
Cuando Bangs escribe, a modo de epitafio, su propia semblanza afirma: “la mayoría de los intentos por examinar el rock en términos academicistas parecen irremediablemente pretenciosos, carentes de las mismas cosas que hacen que la música sea emocionante: su franqueza emocional y su impertinente sentido del humor”.
Tras sobrevivir a sus incesantes y orgiásticos devaneos con las drogas y el alcohol, no deja de haber cierta ironía en el hecho de que Bangs muñera tempranamente a causa de las complicaciones de un proceso gripal en 1982, cuando apenas contaba 33 años.
Puré rock and roll.